«Los casos de Victoria»; un magnífico personaje femenino para dotar de extravagancia los clichés de la rom-com

25 septiembre, 201724 septiembre, 2017 Jose Asensio 0 comentarios Alice Daquet, comedia romántica, Justine Triet, Laurent Poitrenaux, Los casos de Victoria, Melvil Poupaud, Vincent Lacoste, Virginie Efira

Nota:

En el segundo largometraje de la directora Justine Triet, la cineasta busca romper con los clichés del género de la comedia romántica añadiéndole un aire de extravagancia y desarrollando como protagonista una protagonista que no encuentra el rumbo al tener que lidiar con su trabajo judicial, con sus dos hijas pequeñas y con hombres que retornaran en su vida.

Triet sabe por encima de todo componer y construir desde el guión un personaje femenino memorable, muy adecuado en su retrato de la mujer empoderada pero no por ello sin problemas personales, además de un altruismo, sexualidad y desborde ante todo lo que le rodea que le dotan de una riqueza más que destacable; dándole vida una fantástica Virginie Efira, componiendo una de las mejores interpretaciones (sino la mejor) de su carrera.

Victoria deberá defender a un ex (Melvil Poupaud) ante las denuncias de intento de asesinato de su recién casada esposa, lidiar con sus dos hijas pequeñas junto a la aparición de un joven camello (Vincent Lacoste) que busca reinsertarse estudiando derecho y que vive provisionalmente en su piso, siendo por momentos su asistente personal.

Recorriendo los arquetipos y ciertos convencionalismos del género, Triet rompe el tono con un humor extravagante, con un juicio realmente surrealista (con chimpancé y perro incluido) y con la composición de un papel protagonista realmente conseguido y de una complejidad y torpe humanidad que le aportan mayor carácter. Aunque esa ruptura de los clichés va diluyéndose y su cierre de la subtrama romántica es más que deudor del convencionalismo; Triet ofrece una rom-com con elementos que la diferencian, gracias a un humor extravagante y refinado – herencia de las screwball comedy – y a la construcción de un personaje femenino fuerte y auténtico; que puede llegar a agradar a los desertores del género y que demanden un distinto retrato de la mujer.