«Bright»; la que podría ser la primera franquicia de Netflix no convence
Bright suponía una gran oportunidad para Netflix que acaba desperdiciada por colgarse en los tópicos policiales y tiroteos
Netlix vuelve a apostar fuerte por los largometrajes en busca de los Oscar. Bright podría haber significado el inicio de su nueva franquicia. La mayoría de sus éxitos se encuentran en el ámbito televisivo, como sucede con Stranger Things, Black Mirror o The Crown. No obstante, y habiendo alguna excepción, en lo que se refiere a películas, le queda esa espinita clavada. Okja y The Meyerowitz Stories son los únicos ‘éxitos’ que te vienen a la mente cuando hablas de Netflix.
De la mano de David Ayer, creador de Escuadrón Suicida, nos llega este blockbuster. Max Landis, guionista también de Dirk Gently, es el encargado de escribir Bright. En él podemos observar un mundo en el que la magia es algo presente y preciado. Un mundo en el que distintas razas, como los humanos, los orcos y los elfos, conviven en una sociedad desequilibrada. Lleno de racismo, injusticias y violencia, los policías Warder (humano) y Jakoby (orco) se verán envueltos en un buen lío. Esto ocurre cuando, patrullando, se toparán con una escena del crimen, una profecía y una joven elfa, Tikka. Esta posee una varita mágica, una reliquia que, de caer en manos equivocadas, podría destruir el mundo.
Con una premisa bastante atractiva, se nos presenta este mundo. Desde los créditos de inicio se ve la pretenciosa apuesta de Ayer. A partir de graffitis con gran calidad de detalle se nos muestra la situación actual en la que transcurre la trama. Sin embargo, y a pesar de esta buena presentación, nos muestra algo que no resulta interesante. En muchas ocasiones, se hace más interesante la historia que se nos cuenta del pasado que la propia película en sí. Muchas situaciones son precipitadas y las pocas situaciones épicas pasan demasiado rápido. Tampoco encontramos a un personaje carismático con el que te puedas encariñar o idolatrar.
Excesiva química
Tal es la cantidad de frases cools entre los protagonistas que parece una obsesión por demostrar que se llevan bien. Un personaje excesivamente bueno e inocente y otro astuto y potente forman el dúo protagonista. Otro fallo, pues no por ser diferente debería ser tonto, ¿no creen? Dejando de lado esto, también quiero llegar a preguntar por qué el orco peor caricaturizado es el protagonista. Tal vez es por su procedencia mestiza. Tal vez por su excesiva aparición en pantalla. Algo así pasó en Warcraft con Garona.
En cuanto a las actuaciones de los principales actores, podemos dar una de cal y otra de arena. Will Smith, un actor que está considerado ya en decadencia, sorprende al dar una correcta actuación (tampoco es que se salga). No obstante, no entiendo la obsesión por poner a este hombre siempre en un papel molón y no hacerlo alguna vez al revés. En cuanto a Joel Edgerton, bueno, me parece bastante simplón. Imagino que su papel le ha llevado a actuar así. Una interpretación muy plana y unas expresiones faciales casi inexistentes son lo que le caracterizan en Bright. En cuanto a la villana Noomi Rapace se puede decir que pasa de largo. Apenas aparece en pantalla y, cuando al final lo hace, ya estás aburrido. No obstante diré que caracteriza bien a la fría elfa malvada.
En resumen una buena idea que se va al traste por liarse en violencia y tiroteos y dejar de lado una historia atractiva. Basándose en las peleas callejeras, la violencia y lo macarra, este producto desciende a los infiernos y chafa una oportunidad de oro. Netflix tendrá que volver a empezar de cero si quiere conseguir una franquicia decente en el ámbito de cine.
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