El diablo metió la mano
Título original: Idle Hands
Año: 1999
Duración: 90 min.
País: 
Estados Unidos
Director: Rodman Flender
Guión: Terri Hughes & Ron Milbauer
Música: Graeme Revell
Fotografía: Christopher Baffa
Reparto: Devon Sawa, Seth Green, Elden Henson, Vivica A. Fox, Jessica Alba
Productora: Columbia Pictures
Género: Terror. Comedia | Adolescencia. Zombis. Comedia de terror
Sinopsis
Anton es un joven que la mañana siguiente a Halloween descubre los cadáveres decapitados de sus padres. Los crímenes se suman a una serie de muertes violentas que han ocurrido en el vecindario y de las que el muchacho no se había enterado. Ahora, atando cabos, empieza a ser consciente de que en realidad tiene mucho que ver con dichas muertes, y es que su mano derecha parece ser que actúa por su propia cuenta. (FILMAFFINITY))
Crítica por Jesus Parreño «Jezu» (Colaborador especial)
Premisa sencilla la que ofrece la sinopsis de «El diablo metió la mano». Y ya está. Cinta sencilla donde las haya, donde se mezcla la comedia y el terror adolescente tan de moda en su época. Utiliza lo macabro como recurso humorístico, fórmula que da un extraño resultado haciendo que quieras seguir viendo la película, aunque parezca una soberana tontería. No presume precisamente de diálogos hilarantes, pero por suerte no recurre a gags estúpidos como los que abundan en las películas del estilo, y ese es su fuerte.
Un jovencísimo (y ya olvidado) Devon Sawa conduce la película mejor o peor en el papel de Anton, joven que tiene por máxima meta fumar hierba y hacer el vago, acompañado de sus dos colegas, Mick y Pnub (Seth Green y Elden Henson respectivamente), que harán de recurso cómico durante toda la película. Sobresale(como siempre) otra joven con mas proyección llamada Jesica Alba, en el papel de «la chica», el objetivo principal de la perversa mano.
Punto fuerte para mi es la banda sonora, que aunque mejorable, está un nivel por encima que la película en general. Aún a pesar de todos los puntos flojos que se le puedan encontrar, será clara candidata en el catálogo de cine de culto de cualquier cinéfilo, gracias a un extraño magnetismo que te acaba obligando a esbozar una sonrisilla a cada rato (como mínimo).
En general buena opción para pasar la tarde muerta con colegas delante de la tele.
Valoración (sobre 10): 5
