«Life (Vida)»; la aventura espacial más terrorífica desde «Alien»
Life te ofrece exactamente lo que vas a buscar sin entrar en complejidades: terror claustrofóbico
En los últimos años hemos vivido una nueva oleada de cine ambientado en el espacio. Y no hablo solo del típico blockbuster al estilo Star Wars, Guardianes de la Galaxia, Star Trek… sino que además muchos autores de renombre se han aventurado a explorar las estrellas. Es el caso de Alfonso Cuarón, Christopher Nolan y Ridley Scott, este último regresando años después de sorprender al mundo entero con su obra Alien. Sin duda, El octavo pasajero es una de las películas más terroríficas que se han hecho nunca, en el cual se mezcla a la perfección el horror con el vacío espacial. Supo sacar partido a un lugar donde nadie escucharía tus gritos. Y donde nadie nos hizo pasar tanto miedo como Scott. Bueno, hasta que ha llegado Life.
La película nos muestra la exitosa misión de la Estación Espacial Internacional, tripulada por seis astronautas en busca de vida en Marte. Arranca tras el descubrimiento de un microorganismo inteligente que rápidamente crece en tamaño e intelecto. Pronto, su conocimiento prematuro le permite huir de su cautiverio y recorrer libremente la nave. Pero, claro está, necesitará alimentarse para subsistir y seguir creciendo.
Calvin anda suelto
Desde el inicio de Life, con su hermoso -y falseado- plano secuencia inicial, te mete de lleno en la claustrofóbica atmósfera que viven los tripulantes. Algo que acentúa aún más el horror que vivirán, convirtiendo cada huida en un suplicio para el espectador. Muy cercano a lo que vimos en Alien, es cierto, pero una tensión que se incrementa por las condiciones de una nave mucho más estrecha y realista, continuamente en gravedad cero.
En el momento que todo se empieza a torcer, la película adquiere un ritmo frenético que te mantiene atado a la butaca. Su adrenalínico desarrollo no te dejará ni pestañear.
¿Quién es quién?
Lo malo es que esa acelerada introducción impide conocer mucho a los personajes de Life. Solo sabes que están repletos de clichés y poco más. Bueno, sí, que son estúpidos. Pero no es una cualidad negativa, pues sin estos desastrosos personajes y sus meteduras de pata no habría historia. Llega a ser incluso entrañable, aunque esto conlleve a un inevitable destino fatal para los astronautas.
Hay algo que en las interpretaciones de Life sorprende, y es el caso de Jake Gyllenhaal, nuevamente en la piel de una persona introvertida, reacia a la vida en La Tierra. Un papel parecido a muchos otros que ha interpretado anteriormente. Pero no impacta esto, sino el desaprovechamiento de un gran actor como es él, dándole poquísimas líneas y tiempo en pantalla insuficiente para adueñarse del protagonismo. No, en ningún momento encontramos un personaje que no sea un mero secundario.
Los efectos especiales, como es de esperar, son perfectos. La fotografía cuidada aunque sobran los planos subjetivos de Calvin que aparecen un par de veces en la cinta. No obstante, en cuestiones técnicas lo que más destaca es la música sobre todo del tramo final, que ayuda a incrementar la tensión del momento.
Bien es cierto que no ofrece ninguna historia original, pues al fin y al cabo es una mezcla de Alien y Gravity (salvando las distancias). No obstante, consigue ser efectiva a la hora de entretener y aterrorizar al espectador, que es lo que sin duda busca.
