«Guardians»; la primera incursión superheróica rusa no cumple con las expectativas
Los Vengadores rusos, Guardians, es el ejemplo de que no todos pueden hacer cine de capas
Desde el año pasado nos iban llegando noticias e imágenes de este pretencioso proyecto ruso que supondría la primera gran apuesta por el género cinematográfico de moda. La idea de Guardians a nivel comercial era buena. Del mismo modo, a nivel friki se agradecía nuevas caras en el pijameo en la gran pantalla. Una apuesta que prometía mucho y que sin duda esperaba con ganas.
Guardians, o Защитники en su impronunciable título original, nos narra la historia del escuadrón superheróico creado por la organización Patriot. Se trata de antiguos experimentos de la URSS en los cuales se les concedieron superpoderes a algunos ciudadanos para fines bélicos. Estos, muchos años después, fueron olvidados y apartados de la sociedad, teniendo que vivir alejados de todos. Ahora una organización gubernamental rusa los rescata para acabar con su enloquecido y superpoderoso creador.
Bien por venganza o bien por cumplir, se deciden reunir para acabar con esta nueva amenaza. O eso creo. Lo cierto es que no argumentan los motivos de la unión del hombre-oso, la chica invisible, el litoquinético y el Flash ninja. Tampoco argumentan las motivaciones del trasuntado Bane que no plantan como villano. ¡Qué cojones! No nos argumentan nada. Las cosas pasan porque sí a la velocidad vertiginosa con la que avanza la cinta.
Deciden mostrar todo rápido para sostenerse en una serie de escenas de acción bastante ridículas y con un CGI con Paint nivel usuario. Cada vez que aparece el oso siento que de pronto nos estén mostrando imágenes de Kuma del Tekken 3. O incluso Tekken 2.
Pero también se agradecen estos dibus, ya que el nivel interpretativo de los protagonistas deja mucho que desear.
Sucesión de Guardians comiendo tierra
Tras una primera batalla precoz y ridícula, con momento plagiado al enfrentamiento Bane vs Batman, se apresuran a mostrarnos más. Eso sí, sin perder en ningún momento su esencia. Lo de ser enfrentamientos ridículos. Se proclaman así como el peor grupo de superhéroes de la historia y que si por algún motivo consiguen frenar los planes de alguien es porque este enemigo es más cutre que ellos.
Se podría tomar como serie B o pijameo puro, pero es que es jodidamente imposible hacerse con la película por muchas ganas que tengas, como era mi caso. El Iron Sky de los superhéroes, con la única pega de que ésta se cree cinta seria. Seriedad como la de su desenlace con poderes sacados de la manga.
Lo bueno es que es corta. Y ya. Alguna escena como los entrenamientos o las relacionadas con el Flash ninja solo provocan más dolor al espectador por mostrar lo que podía haber sido y no.
«La respuesta soviética a Los Vengadores» la llamaban. Pues vaya respuesta idiota. Y amenaza secuela.