«Un seductor a la francesa»; comedieta de vodevil dentro de una construcción previsible y de cierto humor grueso en el que destaca el encanto natural de sus protagonistas
Laurent Tirard sigue en el terreno de la comedia ofreciendo esta previsible aunque sencilla parodia del romanticismo más altivo y sentimentaloide de la época en la que se enmarca
Nombre curtido en la comedia; Laurent Tirard cuenta de nuevo con Jean Dujardin tras la anterior Un hombre de altura (2016) en esta simpática comedia de vodevil que ofrece un cierto tono paródico al cine y literatura de “qualité” francés en su primer tramo, aunque su recorrido resulte previsible sus actores siguen dotándola de un inspirado encanto.
En la Borgoña de 1809, el capitán Neuville (Jean Dujardin) es un gran seductor que acaba de comprometerse en matrimonio con la joven Pauline (Noémie Merlant). Justo en ese momento es llamado a filas para la guerra en Austria y su promesa de enviarle cartas a diario se viene abajo; ante una Pauline enferma y devorada por la tristeza; su hermana mayor, la inteligente y cínica Elisabeth (Mélanie Laurent), decide escribir unas cartas inventadas contando las hazañas de Neuville para que Pauline recupere el ánimo, convirtiéndolo en un gran héroe militar. Años más tarde, el capitán reaparecerá tomando de nuevo su imagen ante la mentira que Elisabeth construyó sobre él, convirtiéndose en la atracción y héroe del pueblo.
Tirard teje desde el inicio un relato clásico y típico de vodevil que parodia el cine y literatura de época, a los héroes románticos y ricas familias que rodeaban esas historias. Frente a ello un reparto adaptado a la perfección al juego cómico del filme, sobre todo Jean Dujardin como en granuja protagonista y a una Mélanie Laurent encantadora en una vertiente cómica poco explotada en su carrera, pero que nos gana con su sonrisa. Frente a ello algunos momentos de humor grueso y una muy previsible trama romántica que hacen que Un seductor a la francesa no destaque dentro de su género (demasiado enclaustrada en su tono de vodevil) y ni siquiera en el terreno de la comedia francófona que tan bien suele funcionar en la taquilla de nuestro país.