Festival de Sitges 2023 – Crítica de «Kubi»
El maestro, el “Satiricón» del cine nipón por excelencia, regresa al Japón feudal, al cine de samuráis en “Kubi». Esperadísima incursión con la que Kitano sorprende a todos en un relato que busca deconstruir el tono habitual del género épico e histórico por excelencia del cine japonés. Ofreciendo un relato, disperso eso sí, más interesado en las triquiñuelas palaciegas, en los trazos de personajes sin ninguna heroicidad de fondo e incluso en retratar temas casi tabú, como la homosexualidad de algunos de sus guerreros llevándonos al momento clave en el que los vasallos de Oda Nobunaga se prepararon en rebelión para acabar con el conocido señor feudal que intentó gobernar en toda Japón.
Kitano construye por tanto un relato fuera de épica, basado más en las conspiraciones, violencias y bromas tontorronas entre gobernadores y señores feudales con la que busca construir un tono más autoparódico, anti-épico en el que su prisma por la violencia gratuita y el humor negro resaltan en un conjunto disperso, a causa de su excesivo mapa de personajes y sus decisiones; pero que ofrece cierto material de estudio para los amantes del “chambara» que busquen algo diferente, fuera del tono habitual de estas propuestas con romances y confesiones abiertamente homosexuales.
“Kubi» no destacará en la dilatada filmografía del director de “Zatoichi» pero es indudable la sensación de fresco regreso de un cineasta ya veterano, que claramente no busca ningun favor o prestigio y que decide ponerse juguetón y bromista; detrás y delante de la cámara, sin demandar concesiones a nadie.
