«I am a Hero», genial aventura de supervivencia zombi no apta para estómagos sensibles

Nota:
Nueva y estupenda invasión zombi que ganó el premio del público y de efectos especiales en Sitges 2015.

Las producciones japonesas nos han acostumbrado a tramas fuera de lo normal. Igual encuentras cucarachas metamutadas en Marte (Terraformars) que un instituto basado en la jerarquía de peleas (Crows). Un género muy recurrente en el oriental son los zombis, y más últimamente. Así, hemos podido disfrutar de películas de alta calidad como Train to Busan El Extraño, aunque estas dos sean de origen surcoreano.

En esta ocasión nos encontramos con Hideo, un dibujante de manga que ve como sus sueños de ver publicada su obra y convertirse en el escritor de una serie se van alejando. Mientras, en todo Japón se van dado casos extraños de contagio, fiebre y ataques. Hideo descubre por las malas que este contagio va mucho más allá y convierte a las personas en zombis. Afectada por el virus ZQN, su novia Tekko le ataca y así se da cuenta del problema que le aguarda a él y a Hiromi, la joven que conoce tratando de escapar.

Hideo Suzuki armado con su escopeta frente a una gran amenaza.

Esta película, que obtuvo el premio del público y efectos especiales en Sitges 2015, nos viene de la mano de Shinsuke Sato (director de las magníficas adaptaciones de Gantz). Sato nos propone en esta película una forma nueva de ver una apocalípsis zombi. Si bien es cierto que los infectados orientales no son comparables a los acostumbrados en producciones americanas, como podría ser The Walking Dead, a mi parecer son bastante más temibles. Además, para los fans del manga y el anime, podrán encontrar escenarios y paisajes característicos de estos géneros, como templos y ciudades japoneses y el famoso Monte Fuji. Recalcar que esta película no es, ni de lejos, para todos los públicos. Es más, habrá adultos a los que las tripas se les revuelvan y no puedan aguantar en la sala. Sin embargo, la precisión y los efectos especiales que ofrece hacen que la dificultad de ejecución junto a grandes dosis de acción resulten muy violenta a la vez que impactante. Para la batalla final no hay palabras. 

Reparto que se complementa entre las dos partes de la película.

En los papeles principales nos encontramos a Yo Oizumi en el papel de Hideo Suzuki, interpretando un papel muy típico: el fracasado y cobarde que encuentra una chica y la enamorará protegiéndola (o al menos intentándolo). Aunque durante la primera mitad su participación es bastante tosca y forzada, durante la segunda hora de película toma galones y vemos una buena interpretación. Justo pasa lo contrario con Kasumi Arimura encarnando a Hiromi Hayakari, que demuestra sus grandes dotes al comienzo pero que va perdiendo fuelle (también por el hecho de que sus diálogos pasan a ser inexistentes por la situación de la trama) y nos deja con mal sabor de boca. Masami Nagasawa es la secundaria Yabu que va tomando protagonista a partir de su aparición de grata manera. A parte del resto de personajes, me gustaría destacar también a Sango, un curioso personaje representado Yoshinori Okada que ofrece un toque de humor y locura.

Yabu (izquierda) y Hirami (derecha) contemplan a su ‘Héroe’.

Una película muy entretenida que va creciendo por momentos, con un atrezo propio de las series y cómics japoneses y que te hace parecer estar viendo un anime interpretado por personas reales. Su intrigante conjunto, mezclando momentos de tensión, miedo y persecuciones auténticamente trepidantes, consigue un sensacional resultado. Repito, no apta para todo el mundo, pues si sois un poco ‘asquerositos’, esta no es vuestra película y mejor ni verla. Si por el contrario, disfrutáis con lo gore, los zombis y la verdadera acción, la recomiendo encarecidamente. Esperamos que ese ‘final abierto’ nos proporcione una secuela y se desvele el secreto que hay con Hiromi.

Jorge Martínez

Jorge Martínez ha escrito 185 artículos en Ciempiés.

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