«Guardián y verdugo»; otro aburrido hecho real centrado en los tediosos juicios

Nota:

Si hace unas semanas os traíamos una película basada en hechos reales que contaba el desarrollo de un juicio un tanto peculiar (Negación), hoy hablaremos de Guardián y verdugo, una cinta sudafricana que se estrenó ya el año pasado y que nos llega a España con meses de retraso. Como en multitud de ocasiones. El film se centra en el juicio real de Leon, un joven trabajador de un centro penitenciario que llevaba a los presos a la soga y que, debido a su trauma, asesinó más tarde a 7 personas con un arma de fuego. El largometraje inicia desde el principio con el asesinato, lo cual da vía libre desde el principio para que casi una hora y media de metraje esté situado frente al juez explicando los hechos.

Otro de los personajes protagonistas es el abogado del acusado, interpretado por Steve Coogan, quien quizá goza todavía de mayor protagonismo y que a lo largo del metraje descansará en gran parte sobre él. Una película de juicios, otra de este subgénero, junto con el de la clasificación de hechos reales. Una historia que en un principio puede llegar a parecer interesante al no saber cual será su final y que decepciona enormemente. Un relato que en ocasiones refleja bien la crudeza del momento que se narra y que más tarde el propio narrador se orina sobre la historia.

La sentencia al aburrimiento

Una historia real que, en el contexto del mundo que nos rodea cambio la concepción de pena de muerte en todo un país, pero que no tiene ni mucho menos la misma fuerza en el mundo cinematográfico. Esta vez la película del hecho pasará desapercibida. La música de Paul Hepker es correcta y la fotografía de Leah Striker destaca en ciertos momentos del metraje.

Las interpretaciones son correctas aunque tampoco destacables y ciertos momentos se hacen largos y tediosos. Un final esperado, aún sin conocer en concreto el caso real, que deja con un sabor de boca agrio. Lo mejor de la película son los detalles de las ejecuciones, que permite al espectador saborear el férreo sabor a sangre y crudeza, pero nada más.

En términos generales una pérdida de tiempo. Una película que se podía haber simplificado muchísimo más. Al igual que se escribieron guiones demasiado largos para una sola película esta vez el film peca de lo contrario. Un chicle que no ha dado más de si y que aburre a cualquiera.

Para ir acabando, no recomiendo esta opción para todos aquellos que tengan ganas de gozar del cine. Solo la aconsejaría para quienes quieren saber sobre el caso, y en esa circunstancia recomendaría que googleara lo ocurrido en alguna enciclopedia digital.

Javier Sólvez

Javier Sólvez López ha escrito 219 artículos en Ciempiés.

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