«El caso de Hana y Alice»; la magia y la imaginación de la adolescencia en una imperfecta aunque bella animación
La precuela animada de la película Hana & Alice (2004) sorprende notoriamente con un bello dibujo acompañado de una sintonía mágica
Más de una década después de que se estrenara Hana & Alice, Shunji Iwai se atreve con su precuela. En esta película podemos ver el origen de la amistad entre las dos protagonistas. Sin embargo, de una película en acción real se pasa a su precuela en animación. Sucedió con Train to Busan y su origen en versión animada Seoul Station. Este recurso produce una satisfacción a los fans de las películas sin llegar a considerar un gran gasto para su producción. Así, El caso de Hana y Alice se conforma como un peculiar filme de la animación nipona.
En esta cinta se nos cuenta la llegada de Alice a un nuevo instituto. Al principio todo son extrañezas y momentos de vergüenza típicos de la soledad. Sin embargo, poco después esto queda lado al enterarse de que un niño murió el año pasado ahí, en su misma clase, bajo extrañas circustancias. Junto a Hana, una niña un poco rara, se volcarán para investigar el caso y comprobar que lo que dicen los rumores es cierto o, por el contrario, solo son eso.
Un dibujo al que no estamos acostumbrados en la animación japonesa, pero que destaca por su belleza. Al contrario de esas líneas tan perfectas, aquí encontramos mayores imperfecciones. No obstante, encajan a la perfección con los paisajes creados mediante acuarelas y una sintonía mágica. Las líneas imprecisas y las expresiones ambiguas de los personajes hacen aún más atractiva su visualización, pues se nota esa búsqueda de algo imperfecto como la vida misma. Algo imperfecto como las decisiones adolescentes.
Argumento algo tosco pero entretenido
Nos encontramos a la adolescencia en su esencia pura. Al ver este filme, cualquier espectador adulto se podrá identificar con la inocencia y la imaginación de los protagonistas. Todos hemos pasado por esa sensación de que el mundo gira en torno a nosotros y las locuras se suceden sin pensar en las consecuencias. Así se nos presenta esta película que, aunque el argumento no llegue a ser una obra maestra, cala haciendo rememorar la adolescencia de las personas.
Acompañado todo esto de una sinfonía del mismo Iwai hecha a medida de las situaciones. Todo concuerda a la perfección y crea unas escenas bellísimas. De todas ellas, hay una en concreto que pone los pelos de punta. Una belleza tanto visual como sonora que hace estremecer al cuerpo. Todo ello además, como ya hemos dicho, rememorando esa época dorada en la vida de toda persona.
El caso de Hana y Alice no supondrá un éxito ni hablaremos de obra maestra como sucedió con Your Name. A pesar de ello, si que supone un entretenimiento para toda la familia, pues supondrá diversión para los más pequeños y una vuelta al pasado de esos magníficos años para los adultos.
