Acierto de Netflix en esta película contando la historia de la investigación de Frank Hamer y Manny Gault a la hora de perseguir y cercar a la banda Barrow
Muchas han sido las películas que han tenido como protagonistas a Bonnie y Clyde. Los famosos criminales norteamericanos se hicieron eco en todos los periódicos, tanto por sus atracos como por sus sangrientos tiroteos. La banda Barrow se hizo muy famosa por ser sus cabecillas considerados ‘enemigos públicos’ entre 1931 y 1934, año de su muerte.
No obstante, Netflix nos trae un nuevo punto de vista. Como ya decíamos, muchos han sido los filmes que han tenido la pareja de fugitivos como argumento principal. En esta ocasión, nos ponemos en la piel de Frank Hamer, el ranger que acabó con la vida de los famosos delincuentes, y de su compañero Manny Gault. Ambos fueron asignados a detener a Bonnie y Clayde a toda costa.
Emboscada final nos cuenta así la otra cara de la moneda. Bonnie y Clayde se hicieron famosos entre los ciudadanos de baja categoría, pues se dedicaban a repartir sus botines entre los más necesitados. Aquí, podemos disfrutar de un filme policíaco muy entretenido, con un buen argumento y un firme desarrollo. Todo está hilado y, en general, se produce un gran trabajo de investigación por ambos ranger, lo que hace que sea más atractivo. Tanto Hamer como Manny son dos viejos y retirados agentes, pero demuestran que la experiencia es una poderosa aliada. Así, veremos como bajo una ardua vigilancia, conexión y seguimiento de pistas, ambos agentes dieron caza la banda Barrows.
Excelente gancho
Con unos actores como Kevin Costner y Woody Harrelson como protagonistas, es imposible que este filme atraiga. Además, les acompañan otras caras conocidas, como Kim Dickens (Fear The Walking Dead) y Kathy Bates. Con este elenco, Netflix ya tenía ganada la partida con Emboscada final. Un argumento que siempre ha sido atractivo, acompañado por grandes caras del cine de Hollywood.
No obstante, se ha ganado su propio mérito. Un argumento sólido, con crueldad y realismo, hacen de Emboscada final una película digna de ver. La ambientación está muy conseguida, con coches de principios del siglo XX y armamento de la misma época. Además, el continuo tira y afloja entre las dificultades de la edad y el cumplimiento del deber son algo que, aunque de manera fugaz, está presente en toda la película. Y esas dificultades de la edad tiene su lado bueno, la experiencia. En todo momento se ve como la experiencia supera a los nuevos métodos empleados por el FBI y la policía.
No es una película que pasará a la historia, ni mucho menos, pero si que conseguirá entretener al espectador e, incluso, le hará replantearse la historia dos de los bandidos más famosos de EEUU. Si te gusta el cine policíaco, te encantará ver la otra cara de la moneda de este caso.